El manejo defensivo se define como un conjunto de habilidades que permiten resguardarse de la probabilidad de un accidente y/o siniestro causado por factores externos, ya sean naturales o provocados por otro/a conductor/a. El objetivo principal de la conducción defensiva es la seguridad, ya que podrás evitar los percances si tienes en cuenta varios aspectos.
El manejo defensivo va más allá de memorizar las destrezas básicas de conducción y las normas de tránsito, pues implica anticiparse a las situaciones de peligro, incluso cuando las condiciones distan mucho de ser las ideales.
¿Por qué manejar a la defensiva?
La convivencia vial cambia minuto a minuto y nos demanda un estado de alerta permanente. Además, el manejo defensivo también implica adquirir una actitud de empatía con otros usuarios de la calle, como peatones, ciclistas, niños, personas con movilidad reducida, entre otros. Considera en tu rutina mientras usas la bicicleta las siguientes recomendaciones:
- No escribas desde el celular
- Evita en la medida de lo posible usar auriculares
- Presta atención hacia todos los sentidos
- Controla tu velocidad
Adicionalmente, no supongas el paso libre ante un carro, a pesar que lo tienes por preferencia. La disminución de la velocidad y la localización de obstáculos en la vía mientras te trasladas, mejorarán tu experiencia en bicicleta para evitar cualquier peligro
¡Maneja a la defensiva cuando vayas en bici! Y recuerda que los peatones siempre tienen prioridad de paso.
